El protocolo de Desconexión Digital es obligatorio para todas las empresas, sin importar su actividad o tamaño.
Es decir, que las pymes de menos de 50 trabajadores también están obligadas a tenerlo y las empresas en las que la mayoría de sus empleados no trabajan con ordenadores también porque deben garantizar igualmente que sus trabajadores tienen derecho a estar desconectados del móvil y de aplicaciones tipo Whatsapp o similares.
Para que un protocolo de desconexión digital esté completo y sea válido debe contener al menos:
- Definición de la situación que debe proteger.
- Ámbito de aplicación: a qué empleados aplica.
- Fijación de los horarios de necesaria conexión y los de desconexión.
- Situaciones de emergencia en las que sí se podría exigir una conexión continua temporal. Desde la experiencia de H&H en este punto es donde se suelen encontrar más fallos. Estas situaciones deben estar perfectamente definidas y deben ser en la práctica realmente excepcionales.
- Procedimientos y comunicación a seguir en las situaciones habituales y excepcionales que puedan darse en la actividad de la empresa.
- Responsabilidades de los mandos de la empresa, prohibición de represalias y otros.
Desde la experiencia de los abogados y asesores de Herrero & Hidalgo, los protocolos como este, aunque suponen una carga más, sobre todo para las Pymes, también protegen al empresario de futuras reclamaciones, le ayudan mejorar la organización interna de la empresa y la satisfacción general de la dirección y de los empleados.